Por Paco Álvarez
En el marco de las directivas europeas relativas a los informes de sostenibilidad que se están pergeñando en Bruselas (CSRD, CSDDD), se están organizando actualmente múltiples eventos en los que se intenta explicar el contenido de dichas directivas. En este sentido cabe señalar que el desarrollo reglamentario de la CSRD se ha encargado a EFRAG. Este proceso todavía está en curso de elaboración, particularmente en lo que concierne a las pymes.
Según la definición de la UE, la Pyme es una organización de 1 a 250 personas empleadas. He aquí el término en torno al que se sigue debatiendo en Bruselas, simplemente porque lo que pretenden las directivas europeas de sostenibilidad no tendría sentido si se deja fuera al 98% de las empresas.
Hasta ahora dichas directivas se han centrado en empresas cotizadas en Bolsa con más de 500 personas empleadas, y la CSRD ha bajado el listón para incluir a las empresas de más de 250 personas empleadas y a las pymes cotizadas en Bolsa, sabiendo que estas últimas representan el 0,001 por ciento de las empresas europeas. Al resto de las pymes se les propondrá hacer los informes de sostenibilidad de una forma voluntaria y con un formato simplificado.
En principio, las reuniones de EFRAG han puesto de manifiesto que, a pesar de lo aprobado en el Parlamento Europeo con respecto a las grandes empresas y a las pymes cotizadas, el problema de fondo sigue siendo la incorporación de las micro, pequeñas y medianas empresas a la dinámica de la sostenibilidad, de la verdadera Sostenibilidad, es decir, que puedan elaborar los informes financieros, sociales y medioambientales.
Una de las directivas de la que se habla menos, o nada, es la conocida por la sigla ESAP (European Single Acces Point), cuyo objetivo es tener un registro en el que se encuentren los informes de sostenibilidad de todas las empresas europeas.
¿Qué se pretende con la existencia de dicho registro? Pues simplemente que la ciudadanía pueda en cualquier momento acceder al mismo, para verificar que la empresa en la que trabaja, o a la que compra sus productos, se encuentra en el registro, por ende, está informando su desempeño en Sostenibilidad.
No estar en él representará evidentemente en el futuro un aspecto que tendrá impactos negativos para su imagen, para participar en proyectos europeos, y para obtener financiación. Entonces, ¿podemos dejar fuera de este registro a las pymes? La respuesta es evidentemente NO.
Por ello, como he indicado anteriormente, EFRAG está estudiando cómo proponer informes de sostenibilidad simplificados que permitan a las pymes hacerlos, aunque la directiva CSRD indique que son voluntarios para ellas. ¿Es suficiente? La respuesta es NO.
"Además de simplificar los informes de sostenibilidad para las pymes, es necesario crear ayudas dinerarias que permitan a las más pequeñas tener personal externo que elaboren los informes".
La definición de Pyme en la UE abarca de 1 a 250 trabajado@s, lo que quiere decir que si se llega a una solución para simplificar los informes de sostenibilidad para las pymes ¿Dispondrán del mismo tiempo y dinero las empresas con 10 trabajadores que las empresas con 250 para hacer los informes? La respuesta es NO.
Por ello, además de simplificar los informes de sostenibilidad para las pymes, es necesario crear ayudas dinerarias que permitan a las más pequeñas tener personal externo que elaboren los informes.
Eso es, exactamente, lo que ha hecho el gobierno de la Comunidad Valenciana, al crear un registro en el que se propone una herramienta para que las pymes de menos de 50 trabajador@s puedan elaborar fácilmente una memoria de sostenibilidad, y a su vez, crear ayudas para que aquellas con pocos medios puedan tener personal externo que realicen los informes de sostenibilidad.
Esta iniciativa es pionera, y así se reconoce en los foros de Bruselas dónde se están formulando las directivas de sostenibilidad.